Estas albóndigas me recuerdan a
mi madre, que fue toda una pionera en hacernos mezclar sabores. Lo bueno que
tiene este tipo de preparación es que puede congelarse sin que pierda nada y
siempre podemos tenerlas preparadas en un imprevisto.
Ingredientes:
½ kg de carne picada de cerdo
½ kg de carne picada de ternera
1 diente de ajo
1 huevo
1 cucharada de pan rallado
Perejil picado
Sal y pimienta
Harina para rebozar
Para la salsa:
3 cucharadas de aceite de oliva suave
5 cucharadas de azúcar
4 cucharadas de salsa de soja
4 cucharadas de vinagre
1 vasito de caldo
½ cucharada de maicena
Piña en almíbar o en su jugo
Preparación:
Mezclamos bien los dos tipos de
carne picada. A continuación, machacamos en un mortero el ajo con el perejil y
lo añadimos a la carne. Lo ponemos todo en un bol y añadimos el huevo batido,
pan rallado, sal y pimienta. Hacemos las bolitas y las rebozamos en harina. Las
dejamos reposar una media hora. Freímos sin dejar que queden crudas, ya que
luego no tienen que cocer con la salsa y reservamos.
Ahora nos disponemos a hacer la salsa:
Disolvemos la maicena en un poco de agua fría. Reservamos.
Calentamos todos los demás
ingredientes de la salsa, retiramos del fuego y añadimos la maicena disuelta.
Ponemos al fuego hasta que hierva, sin parar de mover y retiramos en cuanto
espese. Ponemos dentro las albóndigas. Y listas para comer.
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