Los quiches me parecen una idea
estupenda para una cena o para un brunch. Siempre se pueden preparar con
antelación y calentar en el momento de servirlos. Si no tenéis mucho tiempo o simplemente
no os gusta demasiado amasar, podéis comprar un paquete de pasta brisa en el
supermercado y os ahorráis el hacer la masa. No es lo mismo, pero queda muy
bien y no iremos agobiados.
Ingredientes:
Para la masa:
250 grs de harina de trigo tamizada
125 grs de mantequilla a temperatura ambiente
1 yema de huevo
1 pizca de sal
50 ml de agua
Para el relleno:
1 frasco de espárragos verdes (unos 12)
2 huevos
200 ml de nata
1 cucharada de mostaza
3 latas de caballa en aceite (200 a 300 grs)
Sal y pimienta
Preparación:
Primero vamos a preparar la masa. Engrasamos el molde donde vamos a
hornear el quiche. Colocamos la
harina en un bol grande, hacemos un hueco en el centro y colocamos la
mantequilla. Amasamos todo bien. Hacemos otro agujero en el centro de la masa y
añadimos la yema, la sal y 50 ml de agua. Seguimos amasando con las manos hasta
obtener una masa homogénea. Formamos una bola, envolvemos en papel film y
metemos en la nevera durante 1 hora.
A continuación, engrasamos un molde desmontable de unos 28 cm de
diámetro (ya sabéis que si es de silicona no es necesario engrasarlo).
Extendemos la masa entre dos papeles vegetales con ayuda de un rodillo y
colocamos en el molde, pinchamos la base con ayuda de un tenedor y metemos en
la nevera durante 20 minutos. Ponemos por encima un papel vegetal y cubrimos
con bolas de cerámica o legumbres secas. Horneamos durante 20 minutos.
Precalentamos el horno a 180°.
Repartimos los espárragos por la
masa, reservando alguno para poner sobre la superficie del quiche. Escurrimos
los filetes de caballa y repartimos por encima de los espárragos.
En un bol, batimos los huevos con
la nata y la cucharada de mostaza. Salpimentamos. Echamos esta mezcla por
encima de los espárragos y la caballa. Colocamos los espárragos reservados en
la superficie del quiche y horneamos a 180° unos 35 minutos.