La característica principal de
esta tarta es su suavidad. La parte de arriba es casi como un suflé que gana
consistencia con las peras caramelizadas y completa la perfección con la base
crujiente de galletas. También podéis hacerla con otra fruta como manzana o
melocotones, que en nada será su temporada.
Ingredientes:
100 grs de mantequilla
3 cucharadas de leche
200 grs de galletas
2 cucharadas de margarina
4 peras
4 cucharadas de azúcar
4 huevos
370 ml de leche condensada
1 cucharada de extracto de vainilla
2 cucharadas de mantequilla
Preparación:
Precalentamos el horno a 180°.
Derretimos la mantequilla en el
microondas y mezclamos con las galletas trituradas y la leche.
Engrasamos un molde de unos 22 cm
de diámetro y ponemos en el fondo la mezcla de galletas. Horneamos durante 5
minutos.
Pelamos y cortamos en gajos las
peras. Rehogamos en una sartén con la margarina y 2 cucharadas de azúcar.
Dejamos cocinar durante 2 minutos y distribuimos por encima de la masa de
galletas.
Separamos las yemas de las
claras. Montamos las claras a punto de nieve y cuando estén espumosas añadimos
2 cucharadas de azúcar y montamos hasta que forme picos. Reservamos.
Mezclamos 2 de las yemas
(reservamos las otras dos) con la leche condensada y la vainilla. Batimos hasta
que se integren todos los ingredientes. Añadimos una parte de las claras y
mezclamos con movimientos envolventes, añadimos el resto. Volcamos sobre el
molde de la tarta. Horneamos durante 40 minutos, teniendo cuidado que no se nos
queme la superficie. A los 10 minutos podemos tapar con papel de aluminio para
evitar que se queme.
Ponemos en un cacito las 2 yemas con 2 cucharadas de azúcar
y 2 de mantequilla. Batimos con las varillas controlando que no hierva.
Volcamos la crema de yema sobre la tarta y gratinamos hasta
que se dore la yema.
Dejamos enfriar y servimos.
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