Ahora las chirimoyas están en el
momento perfecto de maduración, así que vamos hacerlas un huequito en nuestros
postres. Ya sabéis que me encantan los postres en los que se utiliza gelatina
porque la textura me parece un logro espectacular. Esta receta es facilita solo
hay que tener un poquito de tiempo para que enfríe en la nevera. Si en lugar de
uvas encontráis lichis, también os quedará ideal.
Ingredientes:
1 Chirimoya grande (400 grsaprox)
100 ml de nata para montar
150 ml de leche
2 hojas de gelatina
1 cucharada de azúcar
Para la decoración:
3 ó 4 uvas blancas sin pepitas por vasito
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de ron
Preparación:
Pelamos y quitamos las semillas a
la chirimoya. Pasamos la carne de la fruta por la batidora y reservamos.
Dejamos las dos hojas de gelatina
en un bol con agua fría unos 10 minutos para que se vayan hidratando.
Ponemos en un cacito a calentar
la leche, la nata y el azúcar a fuego lento. Añadimos las hojas de la gelatina
hidratada y escurrida. Movemos bien hasta que esté disuelta la gelatina.
Dejamos templar la mezcla.
Cuando esté templado casi frío
añadimos la chirimoya batida y movemos todo bien hasta obtener una masa
homogénea.
Repartimos en nuestros vasitos y
metemos en la nevera un mínimo de 4 horas.
A continuación, hacemos la
decoración de uvas. En una sartén echamos las uvas enteras, lavadas y sin
rabillo, junto con el azúcar moreno y el ron. Removemos bien con mucho cuidado
hasta que se haga un caramelo. Retiramos sobre un papel de horno y dejamos
enfriar. No colocaremos esta guarnición sobre la crema de chirimoya hasta que
ésta haya espesado, ya que si lo hacemos antes se hundirá.
Receta obtenida de www.eladerezo.com
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