Este postre requiere un poco de pericia porque tenéis que controlar muy
bien las temperaturas de realización, pero una vez que cojáis el punto a la
crema inglesa, ya no se os resistirá. Los huevos de nieve podéis ponerlos como
decoración deliciosa casi con cualquier postre.
Ingredientes (para 6 personas):
800 ml de leche entera
1 vaina de vainilla
8 huevos
1 pizca de sal
290 grs de azúcar
Caramelo líquido
Preparación:
Primero vamos a preparar los
huevos de nieve. Hervimos la leche en un cazo con la vaina de vainilla, cortada
longitudinalmente para que dé más aroma. Separamos las claras de las yemas y
reservamos las yemas.
Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal
y añadimos poco a poco 40 grs del azúcar.
Vertemos una cucharada sopera de
las claras montadas sobre la leche hirviendo, dejamos cocer durante 2 minutos,
sacamos con una espumadera y la dejamos escurrir sobre un paño. Repetimos esta
operación hasta terminar con las claras. Colamos la leche y reservamos.
A continuación, haremos la crema
inglesa. En un bol grande batimos las yemas junto con el azúcar y añadimos poco
a poco la leche sin dejar de remover. Ponemos en un cazo a fuego medio a 83° de
temperatura –tenéis que ayudaros del termómetro de cocina, del que ya os he
hablado en otras ocasiones–, evitando que hierva y sin parar de remover.
También podemos poner al baño maría, removiendo sin parar hasta que obtengamos
una crema fina.
Servimos la crema inglesa en
copas y metemos en la nevera. Cuando esté fría colocamos los huevos de nieve
sobre la crema y decoramos con caramelo líquido.
Receta obtenida de: www.bavette.es
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