Este postre es de los
contundentes, pero de vez en cuando no está de más darnos un pequeño capricho.
La preparación es larga, pero son muy fáciles de hacer. Son perfectos para
preparar en esas tardes de lluvia de domingo…
Ingredientes:
700 ml de aceite de oliva suave
375 ml de vino blanco
190 ml de vino dulce
1 puñadito de ajonjolí o sésamo
1 puñadito de anís verde
3 cucharaditas de canela
1 Kg de harina de repostería
½ Kg de harina de fuerza
1 litro de aceite de girasol (para freír)
La piel de un limón
Para la cobertura:
Azúcar para rebozar
Para la cobertura de miel:
300 grs de miel
3-4 cucharadas de agua
50 grs de azúcar
Para el relleno:
350 grs de batata asada
250 grs de azúcar
2 yemas de huevo
2 cucharaditas de canela molida
Preparación:
En primer lugar prepararemos el
relleno: mezclamos la pulpa de la batata con el azúcar en un cazo y lo ponemos
al fuego moviéndolo sin parar. Añadimos las dos yemas y la canela molida, lo dejamos
un poco a fuego lento y lo retiramos. Ya tenemos listo el relleno, lo dejamos
enfriar hasta que lo vayamos a utilizar.
En una sartén, ponemos el aceite
de oliva a calentar. Cuando esté caliente echamos la piel del limón, dejamos
que se dore y la retiramos. Apartamos la sartén del fuego y añadimos el
ajonjolí y el anís verde. Dejamos enfriar.
En un bol juntamos los dos vinos,
la canela molida y mezclamos todo con una cuchara de madera. Añadimos el aceite
que teníamos reservado con el ajonjolí y el anís verde. Movemos bien.
Aparte mezclamos los dos tipos de
harina, y las echamos sobre la mezcla anterior. Movemos bien con una cuchara de
madera hasta que esté todo bien integrado y ya tenemos la masa de los
borrachuelos preparada.
Hacemos bolitas de unos 40 grs
aproximadamente cada una. Aplastamos con un rodillo cada bolita –pero no las
dejaremos muy finas– y ponemos dentro el relleno (muy poca cantidad). Cerramos
como si fuera una empanadilla pero con los dedos (no con un tenedor) porque así
se abrirá un poco al freír y nos quedarán más hojaldradas.
Ponemos en una sartén el aceite
de girasol y, cuando esté caliente, vamos friendo los borrachuelos. Sacamos
cuando estén dorados a un plato que tendremos con papel de cocina para que
empape el aceite sobrante.
Si queremos que tengan un
terminado de azúcar, los rebozamos en ella y ya están listos.
Si los queremos con miel, tenemos
que hacer la cobertura. Para ello, calentamos la miel con las cucharadas de
agua y el azúcar y dejamos hervir. Vamos metiendo de uno en uno los
borrachuelos y sacamos a la bandeja donde vamos a servirlos.
Madre mía que buena pinta en cuanto tenga ocasión me pongo manos a la obra. Besos
ResponderEliminarHola Cris, con lo que te gusta a ti la repostería seguro que te salen genial. ¡¡¡ÁNIMO!!!
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