Siempre he comprado los huesos de
san Expedito en el centro de Madrid, en una de las pastelerías que recuerdo con
más cariño porque era donde mi abuela nos llevaba a tomar leche merengada –un
día tengo que poneros la receta de esta bebida– en los calurosos días del
verano madrileño. He leído que este dulce es típico de la Semana Santa en
Sevilla, así que como ya queda poco, ¡vamos a hacerlos en
casa!
Ingredientes:
300 grs de harina de repostería
1 yema y 3 huevos medianos
100 ml de aceite de oliva suave
45 grs de azúcar
1 chorrito de anís dulce
10 grs de anises
Aceite para freír
Azúcar glas para espolvorear
Preparación:
Tamizamos la harina y la
reservamos.
Batimos los huevos con la yema y
el azúcar hasta que se disuelva.Añadimos el anís y el aceite, mezclamos todo
bien y añadimos la harina. Amasamos bien hasta obtener una masa blandita y un
poco pegajosa (después se endurecerá un poco).
Dejamos reposar la masa durante
30 minutos tapado con papel film.
Pasado este tiempo, amasamos un
poco y si es necesario añadimos un poco de harina, yo he tenido que agregar 20
grs más.
Tomamos pequeñas porciones y
formamos cilindros con las manos (como si fuera plastilina) de unos 8 cm
aproximadamente de largo y con un cuchillo afilado hacemos un corte
longitudinal.
Ponemos a calentar bastante
aceite a fuego medio-flojo. No tiene que estar el aceite demasiado caliente
porque no se inflarían y se quemarían. Dorar por los dos lados durante unos dos
minutos aproximadamente.
Vamos colocando en un plato con
papel absorbente y, según se vayan enfriando, rebozamos en azúcar glas.
Si lo guardamos en una caja
metálica se conservarán más tiempo.
Receta obtenida de: www.pepekitchen.com
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