Esta receta es una buena solución
para que los niños y los mayores coman pescado. Ya sabemos que a veces el
problema es que el pescado tiene espinas y no siempre es fácil quitarlas o
simplemente la textura no es de las predilectas de los comensales. Con estas
albóndigas no tendremos ese problema. Pueden hacerse con antelación y solo
calentarlas en el momento de servirlas.
Ingredientes:
½ kg de merluza
125 grs de miga de pan
1 vaso de leche caliente
1 diente de ajo
1 cucharada de perejil picado
1 huevo
Harina para rebozar
Aceite para freír
Para la salsa:
6 cucharadas soperas de aceite
1 cebolla mediana
1 cucharada sopera de harina
½ litro de líquido de la cocción del pescado
1 hoja de laurel
Unas hebras de azafrán o colorante alimentario
Preparación:
Ponemos en un tazón la miga de
pan en remojo con la leche caliente y reservamos.
Colocamos la merluza en un cazo y
cubrimos de agua fría con sal. Ponemos al fuego y, cuando empiece a hervir,
retiramos enseguida. Reservamos el líquido de la cocción. Escurrimos, quitamos
la piel y las espinas y desmenuzamos con un tenedor.
Batimos el huevo en un bol y
añadimos la miga de pan escurrida, el pescado, el ajo machacado, el perejil y
la sal. Mezclamos bien y formamos albóndigas. Rebozamos en harina y freímos.
Reservamos.
En una cazuela, ponemos las 6
cucharadas de aceite. Echamos la cebolla picada y pochamos. Añadimos la harina,
removemos y vamos añadiendo poco a poco el líquido de la cocción (colado y frío
para que no se formen grumos). Añadimos la hoja de laurel. Machacamos las
hebras de azafrán en un mortero (si decidimos utilizar colorante alimentario en
vez de azafrán, lo añadiríamos directamente a la salsa) y agregamos un poco del
líquido de la cocción, añadimos a la salsa. Introducimos las albóndigas de
pescado y dejamos cocer unos 10 minutos.
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