Hay que darse prisa, que se nos
pasa la temporada de fresas en nada, así que vamos a preparar este postre que
está buenísimo. Siempre os digo que la comida, y especialmente los postres, en
“vasito” me parece una idea fantástica, y ¡quedan de miedo en un cocktail!
Ahora es el momento de presentar mesas con raciones individuales, así
mantendremos perfectamente la distancia pero podremos estar juntos.
Ingredientes:
360 grs de fresas
180 grs de azúcar
2 hojas de gelatina neutra
200 grs de chocolate blanco
100 ml de leche entera
30 grs de azúcar glas
240 ml de nata de montar
Alguna fresa para decorar
Preparación:
Lavamos y quitamos los pedúnculos
de las fresas. Secamos y troceamos. Ponemos en un cacito con el azúcar y
cocemos hasta que las fresas estén tiernas.
Pasamos la mezcla por un
pasapurés y repartimos entre los moldes, dejando espacio para la parte del
chocolate blanco. Metemos en la nevera para que se enfríe.
Mientras, ponemos las hojas de
gelatina en agua fría para que se vayan hidratando.
Ponemos en un cacito el chocolate
blanco troceado, la leche y el azúcar glas. Cocemos a fuego lento y sin parar
de remover. Cuando tengamos la mezcla homogénea incorporamos la gelatina
escurrida. Removemos hasta que se disuelva bien la gelatina. Dejamos templar.
Montamos la nata y la vamos
añadiendo poco a poco a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
Vertemos en los moldes, sobre la
mezcla de fresas. Este paso lo haremos con cuidado para evitar que se mezclen
las dos partes. Ponemos en la nevera durante un mínimo de 3 horas.
Receta obtenida de: www.unodedosrecetas.com
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