Reconozco que este pastel requiere un poco de trabajo, pero ¿no es precioso? ¡Venga, que la ocasión lo merece! Con un poco de mimo os va a quedar maravilloso, todo sea por un perfecto san Valentín.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
4 huevos
160 grs de azúcar
2 cucharadas de agua tibia
1 cucharadita de vainilla
145 grs de harina
2 cucharadas de cacao
½ cucharadita de levadura en polvo
½ cucharadita de sal
Colorante rojo
Para la cobertura y relleno:
240 grs de mantequilla a temperatura ambiente
340 grs de queso crema a temperatura ambiente
400 grs de azúcar glas tamizado
1 cucharadita de extracto de vainilla
Azúcar rojo
Preparación:
Precalentamos el horno a 180⁰.
Ponemos en un bol los huevos con
el azúcar, el agua tibia y la vainilla. Colocamos el bol al baño maría y
empezamos a batir hasta que el azúcar esté disuelta. Vertemos la mezcla al bol
de la batidora y batimos enérgicamente hasta que la mezcla triplique su
volumen. Incorporamos el colorante rojo hasta conseguir un color intenso.
En un bol tamizamos la harina, el
cacao en polvo, la levadura y la sal. Incorporamos al bol de la batidora.
Mezclamos con cuidado hasta conseguir una mezcla homogénea.
Forramos una fuente de horno con
papel vegetal y vertemos la mezcla alisándola con una espátula. Horneamos
durante 15-20 minutos -nos daremos cuenta de que está bien horneada porque se
empezarán a desprenderse los laterales de la bandeja.
Espolvoreamos con azúcar glas y
colocamos un papel de horno por encima y encima de éste un paño limpio y encima
una bandeja para poder dar la vuelta al bizcocho. Enrollamos por el lado corto
con ayuda del paño y dejamos reposar hasta que se enfríe.
Mientras vamos a preparar la
cobertura y relleno: batimos
el queso con la mantequilla, la vainilla y el azúcar glas tamizado. Reservamos.
Ahora vamos con el montaje: estiramos el bizcocho y
cortamos en 3 tiras largas, cada tira medirá unos 10 cm aproximadamente.
Extendemos una capa fina de
relleno en cada tira. Enrollamos apretando bien y vamos uniendo la siguiente
tira en la terminación de la anterior y así lo repetimos con la tercera.
Conseguiremos un rollo grande. Le damos la vuelta y colocamos en el plato donde
vamos a servir la tarta. Cubrimos con una capa fina de cobertura y refrigeramos
una media hora. Pasado este tiempo cubrimos con el resto de la cobertura
alisándolo bien. Ahora cortamos una tira de papel del alto de la tarta y
hacemos unos corazones. Pegamos a la tarta y ponemos azúcar en los corazones.
Ponemos un corazón en la
superficie y cubrimos el resto con azúcar.
Decoramos con el resto de la
crema sobrante.
Receta obtenida con algunos cambios de: www.gbakes.com
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