Me encanta añadir queso a casi todas las comidas, pero si es en un plato caliente ¡me parece una delicia! En esta receta el queso se funde un poco, pero sin llegar a dejar de tener forma de albóndiga. Podéis hacer las bolitas de queso del tamaño que más os gusten.
Ingredientes:
Para el estofado:
2 cucharadas de aceite de oliva
750 grs de falda de ternera cortada en cubos
2 cucharadas de harina
1 cebolla en rodajas
2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en rodajas
3 dientes de ajo
2 ramitas de tomillo
200 ml de vino tinto
500 ml de caldo de carne
Para las albóndigas:
250 grs de harina con levadura
2 cucharadas de perejil picado
100 grs de mantequilla
50 grs de queso cheddar rallado
100 ml de leche
Sal
Pimienta negra molida
Preparación:
Precalentamos el horno a 180⁰.
Calentamos el aceite de oliva en
una cazuela grande y rehogamos la carne salpimentada y enharinada.
Doramos la carne, sacamos de la
cazuela y reservamos.
En el mismo aceite añadimos la
cebolla, las zanahorias, el ajo y el tomillo. Sofreímos hasta que se ablanden.
Incorporamos el vino tinto y removemos. Dejamos cocinar hasta que se evapore el
alcohol. Incorporamos la carne y el caldo. Tapamos y metemos en el horno
durante 2 horas.
Preparamos las albóndigas: ponemos
la harina, el perejil picado, la mantequilla y el queso cheddar en un bol.
Frotamos bien con las manos, salpimentamos y añadimos poco a poco la leche.
Amasamos un poco y colocamos en la mesa de trabajo enharinada. Formamos una
salchicha y dividimos en 12 piezas. Formamos 12 bolas.
Cuando hayan pasado las dos
horas, abrimos el horno y colocamos las bolas de masa dentro del estofado
dejando espacio entre ellas.
Cocinamos durante 30 minutos y
sacamos del horno.