¡Celebremos san Valentín! Es
cierto que en una celebración como esta la presentación tiene que ser
espectacular, así que un molde con forma de corazón es imprescindible. Y si se
hace con amor y dedicación, el éxito de la receta está asegurado. Tened en
cuenta que hay pasos que se tienen que hacer con antelación. ¡Vivan los
enamorados!
Ingredientes:
Para el bizcocho genovés:
140 grs de harina de repostería
10 grs de maicena
6 huevos L a temperatura ambiente
150 grs de azúcar
Unas gotas de zumo de limón
½ cucharadita de vainilla
Para el relleno de fresas:
125 grs de queso crema (tipo Philadelphia) a temperatura
ambiente
250 grs de nata para montar
250 grs de fresas
100 grs de azúcar
Para la cobertura:
300 grs de queso crema (tipo Philadelphia) a temperatura
ambiente
160 grs de azúcar
350 ml de nata para montar fría
Para el glaseado brillante rojo:
100 grs de chocolate blanco de cobertura
65 grs de leche condensada
100 ml de glucosa
50 ml de agua
100 grs de azúcar
10 grs de gelatina neutra
Colorante rojo
Para el almíbar:
100 grs de azúcar
100 ml de agua
Un chorrito de ron
Sprinckles para decorar, merengue, menta…..
Preparación:
Para preparar esta tarta he
utilizado el molde bundt Elegant Heart de Nordic Ware. Algunos pasos
de la receta tenemos que elaborarlos el día anterior.
Primero vamos a preparar el
bizcocho genovés: engrasamos el molde y
enharinamos. Sacudimos el molde para eliminar el exceso de harina. Separamos
las yemas de las claras.
Tamizamos la harina con la
maicena. Reservamos.
Batimos con ayuda de las varillas
eléctricas las yemas con el azúcar entre 5-7 minutos o hasta que veamos que la
mezcla está esponjosa. Incorporamos la vainilla y batimos.
Ahora, aparte batimos las claras
de huevo a punto de nieve y añadimos unas gotitas de zumo de limón.
Vamos a añadir dos cucharadas de
la mezcla de harina y maicena y una cucharada de las claras montadas a la
mezcla de las yemas. Mezclamos despacio con movimientos envolventes y sin
batir.
Incorporamos el resto de la
harina y por último las claras montadas. Siempre despacio para que no se baje
la mezcla.
Precalentamos el horno a 180⁰.
Vertemos la mezcla en el molde y
horneamos durante 30-35 minutos. Comprobamos con un palillo y si éste sale
limpio ya tenemos nuestro bizcocho horneado. Sacamos y dejamos templar.
Desmoldamos y dejamos enfriar.
A continuación, prepararemos el
relleno de fresas: lavamos y troceamos las fresas. Cocemos a fuego
lento unos 6-7 minutos, con la mitad del azúcar y 4 cucharadas de agua.
Trituramos y pasamos la crema por un colador. Dejamos enfriar.
Montamos la nata y añadimos el
queso y el azúcar restante. Batimos hasta que quede muy firme. Incorporamos la
crema de fresas fría y lo integramos bien. Reservamos en la nevera hasta el día
siguiente.
Otro paso que hay que preparar es
la
cobertura: montamos la nata y reservamos.
Batimos el queso y el azúcar
hasta que esté todo bien integrado. Añadimos la nata montada poco a poco hasta
que tengamos todo mezclado. Refrigeramos hasta que montemos la tarta.
Ha llegado el momento de preparar
el maravilloso glaseado brillante rojo: hidratamos la gelatina en el agua y
dejamos reposar.
En otro recipiente, mezclamos el
azúcar, agua, leche condensada y la glucosa y lo ponemos en el microondas
durante 1 minutos o hasta que esté todo bien integrado y líquido.
Metemos la gelatina en el
microondas durante 30 segundos para disolverla. Cuando esté líquida, añadimos
el colorante rojo (la cantidad dependerá de la intensidad de color que
queráis). Mezclamos la gelatina con los otros ingredientes y lo llevamos por 30
segundos al microondas para que la mezcla esté caliente.
Incorporamos el chocolate blanco
en trocitos y empezamos a mover la mezcla para que se derrita el chocolate. Si
hiciera falta calentamos un poco más para terminar de derretirlo. Cuando
tengamos una mezcla brillante y homogénea, ponemos en un bol de cristal y
tapamos con papel film. Refrigeramos hasta el día siguiente. La mezcla se
pondrá dura pero no os preocupéis ya que tendremos que calentarla al día
siguiente un poco para licuarla.
Para el almíbar, dejamos
hervir el azúcar y el agua y vertemos el ron. Dejamos templar.
Al día siguiente, podremos montar
esta preciosa tarta: cortamos por la mitad el bizcocho, pincelamos con el
almíbar la parte de abajo y rellenamos con la crema de fresas. Tapamos con la
otra parte y con ayuda de una espátula pequeña cubrimos el corazón con la
cobertura. Metemos en la nevera para que se endurezca un poco. Colocamos sobre
una rejilla.
Mientras, metemos el glaseado en
el microondas hasta que veamos que esté líquido y, con ayuda de un termómetro,
cuando veamos que alcanza 28⁰ de temperatura, vertemos sobre la tarta cubriendo
bien toda la superficie. Tened en cuenta de poner una fuente debajo de la
rejilla para que el glaseado caiga en la fuente y podamos aprovecharlo.
Decoramos con la decoración que
queráis y refrigeramos hasta el momento de servir.