Éste es uno de los platos que más
gustan en casa. Suelo reservarla para las ocasiones especiales, así están
expectantes el día que la preparo. Se requiere un poco de tiempo, pero es muy
fácil de hacer y siempre sale perfecta, solo hay que tener maña para el
enrejado de la parte de arriba. Podéis prepararla el día anterior y calentarla
en el momento de servir.
Ingredientes:
Dos paquetes de pasta brisa
Una berenjena grande
Dos calabacines
Una cebolla
Un diente de ajo
150 gr. de queso de gruyère
100 gr. de queso parmesano
rallado
Un bote grande de tomate troceado
Un huevo
Sal
Romero
Orégano
Preparación:
Cortamos la cebolla en trocitos
pequeños y la rehogamos en una sartén con un poco de aceite. Cuando esté
transparente, añadimos el tomate troceado, un ajo picadito, una pizca de romero
y otra de orégano y salpimentamos. Dejamos que se rehogue todo durante unos
minutos y lo reservamos.
Calentamos el horno a 180°.
A continuación, cortamos la
berenjena en cuadraditos y la rehogamos en un poco de aceite hasta que esté
blandita. Una vez que se haya pochado, la colocamos en un chino para que
escurra bien el aceite. Reservamos.
Hacemos la misma operación que
con la berenjena con los dos calabacines: los cortamos en daditos, los
rehogamos hasta que estén blandos y los escurrimos para eliminar el excedente
de aceite. Lo reservamos.
Extendemos en un molde
desmontable, previamente rociado con spray antiadherente, una pasta brisa. La
pinchamos con un tenedor para evitar que suba y la metemos en el horno previamente
calentado, unos ocho minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, sacamos el molde
y colocamos sobre la pasta brisa una capa de queso gruyère. Iremos
superponiendo capas con los rehogados que hemos preparado previamente: encima
del queso, extendemos una capa de las berenjenas; a continuación, una capa del
preparado de tomate; y encima una de calabacín. Sobre la capa de calabacín,
espolvoreamos el queso parmesano rallado. Y de nuevo, extendemos otra capa del
sofrito de tomate. Por último, terminaremos con otra cobertura de lonchas de
queso gruyère.
Para terminar el plato solo nos
queda hacer el enrejado: extendemos la otra pasta brisa y la hacemos tiritas
que iremos entrecruzando hasta cubrir todo el molde. Pincelamos con huevo
batido y metemos en el horno unos 30 minutos –como siempre digo, dependerá del
horno que uséis. Se sirve caliente.