Esta tarta es típica italiana.
Con la receta de la masa os dará para hacer dos y me atrevo a aventurar que
aunque hagáis las dos ¡no va a sobrar nada! Podéis poner la mermelada del sabor
que más os guste y, si añadís en el momento de servir una bola de helado de
vainilla, será insuperable.
Ingredientes:
Para la pasta frola
sin huevo (sobrará masa para hacer otra):
430 grs de harina de repostería
520 grs de mantequilla a temperatura ambiente
260 grs de azúcar glas
250 grs de harina de maíz amarilla
130 ml de nata de montar
1 cucharadita de pasta de vainilla
2 grs de sal
3 grs de bicarbonato
1 bote de mermelada de albaricoque (o del gusto que queráis)
Preparación:
Tamizamos los dos tipos de harina
con el bicarbonato y el azúcar. Añadimos la sal.
Batimos la mantequilla en la
batidora y añadimos la vainilla. Vamos poniendo la mezcla de harina y vamos
mezclando poco a poco, añadimos la nata y cuando tengamos una masa homogénea,
dividimos en dos. Tapamos cada masa con papel film y metemos en la nevera
durante 1 hora.
Precalentamos el horno a 180°.
Engrasamos el molde. Extendemos
la masa sobre la encimera enharinada y dejamos con un grosor de un centímetro
aproximadamente. Colocamos en el molde y con ayuda del rodillo quitamos el exceso
de masa. Rellenamos con la mermelada, nivelamos para que esté igual por toda la
superficie. Amasamos otra vez los recortes de masa y estiramos. Cortamos tiras
y colocamos sobre la mermelada. Por último, doblamos con las manos los bordes
hacia dentro.
Horneamos durante 45 minutos.
Dejamos enfriar y desmoldamos antes de servir.
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