Hacía tiempo que no os proponía
un bizcocho, pero es la mejor idea para desayunar un domingo. Éste es muy fácil
y con la mantequilla queda muy esponjoso ¡y dura mucho sin ponerse duro! Así
que, como todo son ventajas, ¡a hornear!
Ingredientes:
4 huevos medianos
300 grs de azúcar
250 ml de leche entera
220 grs de mantequilla
Unas semillas de vainilla
10 grs de levadura de repostería
290 grs de harina de repostería
Preparación:
Precalentamos el horno a 180° con
calor arriba y abajo.
Engrasamos un molde redondo
desmontable de 20 – 22 cm alto y enharinamos un poco.
Batimos los huevos y el azúcar
durante 5 minutos con unas varillas eléctricas.
Ponemos la leche en un cacito a
calentar con la mantequilla, añadimos el interior de la vaina de vainilla.
Cuando empiece a hervir retiramos del fuego y removemos. Añadimos poco a poco a
la batidora donde tenemos los huevos y el azúcar y seguimos batiendo.
Tamizamos la harina con la
levadura y vertemos poco a poco a la mezcla anterior moviendo con cuidado.
Vertemos la mezcla al molde,
golpeamos suavemente el molde contra la encimera para que se eliminen las
burbujas de aire y horneamos durante 40 minutos a 180°, pasado este tiempo
bajamos la temperatura a 170° y horneamos durante 10 minutos más. Pinchamos con
un palillo y si éste sale limpio ya tenemos nuestro bizcocho hecho.
Sacamos del horno y cuando pasen
10 minutos pasamos a una rejilla y cuando se enfríe espolvoreamos de azúcar
glas.
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