Me encanta la comida oriental y
este plato es de mis favoritos. Me recuerda la primera vez que fuimos a un
restaurante chino hace ya muchísimo tiempo, ¡qué exótico nos parecía todo! Y
eso que en casa mi madre hacía un arroz que llamábamos chow mein, sin duda la
receta así lo llamaba, que se parece bastante al “arroz tres delicias”.
Ingredientes:
500 grs de pechuga de pollo
120 grs de almendras crudas peladas
10 cucharadas de salsa de soja
2 cucharaditas de maicena
2 cebollas troceadas en trozos grandes
2 zanahorias
2 pimientos verdes
1 cucharada de miel
¼ cucharadita de sal
200 ml de caldo de pollo
Preparación:
Ponemos el pollo troceado en un
bol y dejamos macerar en la miel y la salsa de soja unas dos horas.
Calentamos en una cazuela un poco
de aceite de oliva y salteamos las almendras durante un minuto, removiéndolas
sin parar para que no se peguen. Cuando estén doradas retiramos del fuego y
ponemos en un plato con papel absorbente.
En la misma sartén, salteamos el
pollo escurrido de su maceración (reservamos la salsa) a fuego fuerte y
retiramos. A continuación, salteamos las cebollas, los pimientos troceados, y las zanahorias peladas y cortadas en láminas.
Cuando veamos que está todo hecho (dejándolo un poco al dente) incorporamos el
caldo de pollo y la salsa de la maceración. Dejamos cocinar unos minutos y
añadimos el pollo. Mezclamos todo.
Disolvemos la maicena en un poco
de agua y vertemos a la cazuela. Por último incorporamos las almendras.
Servimos caliente.A Disfrutar!!!
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