Hoy vamos a darlo todo con una
merienda que engloba dos maravilloso dulces: el bizcocho red velvet y tarta de queso. Así haremos las delicias de todos. El resultado es una
especie de bizcocho amarmolado delicioso.
Para el
Cheesecake:
310 grs de queso crema
150 grs de azúcar blanco
2 huevos
Para el red
velvet:
70 ml de leche
½ cucharadita de zumo de limón
275 grs de harina
2 cucharadas de cacao en polvo
160 ml de aceite
160 grs de azúcar
2 huevos
Colorante rojo
1 cucharadita de vinagre
½ cucharadita de bicarbonato sódico
Preparación:
Precalentamos el horno a 170°.
Engrasamos un molde rectangular o
cuadrado y colocamos papel de horno en la base para poder desmoldarlo mejor.
Primero prepararemos el cheesecake:
batimos el queso crema con el azúcar hasta que la mezcla sea homogénea.
Incorporamos los huevos de uno en uno y mezclamos hasta que se integren.
Reservamos.
Ahora vamos a preparar el red velvet: mezclamos la leche con el zumo de
limón y reservamos.
Tamizamos la harina con el cacao
y reservamos.
Ponemos en otro bol el aceite con
el azúcar y añadimos los huevos. Batimos. Incorporamos la harina y cacao
alternando con la leche y limón. Mezclamos bien y añadimos el colorante rojo.
Por último, mezclamos en un bol
una cucharadita de vinagre y media cucharadita de bicarbonato. Añadimos a la
masa.
Ahora vertemos ¾ partes de la
masa de red velvet en el molde, volcamos la mezcla de cheesecake y vertemos la
masa restante de red velvet por encima. Con ayuda de un palo de brocheta
movemos la mezcla para que nos quede marmolado.
Horneamos a 170° durante 40 minutos o
hasta que pinchemos el brownie con un palillo y salga limpio.
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