Todos los postres griegos son
contundentes porque suelen ir rociados de miel. Si queréis que quede un poco
menos dulce, podéis aligerar la miel con un poco de agua. La pasta filo es un
recurso estupendo, eso sí, es necesario que se pincele con mantequilla porque
de lo contrario se secaría en el horno y quedaría demasiado crujiente.
Ingredientes:
6 huevos
300 grs azúcar
150 grs de sémola fina
250 grs de mantequilla
1 cucharada de ralladura de limón
1 cucharada de ralladura de naranja
1 litro de leche entera
10 láminas de pasta filo
1 cucharada de canela molida
Miel o caramelo
Preparación:
Batimos los huevos con el azúcar.
Cuando esté bien espumoso, añadimos sin parar de batir la sémola, el zumo de
limón, la ralladura de naranja y la de limón. Agregamos la leche y 2 cucharadas
de mantequilla derretida. Batimos hasta que veamos que la mezcla esté bien
homogénea.
Precalentamos el horno a 180°.
Ponemos la mezcla anterior en un
cacito al baño maría a fuego medio, sin parar de remover hasta que espese.
Retiramos del fuego y dejamos templar.
A continuación, engrasamos el
molde donde vamos a colocar nuestro pastel y vamos colocando una lámina de
pasta filo, untamos con la ayuda de una brochita con mantequilla derretida,
dejando que vayan sobresaliendo del molde. Así repetiremos esta operación hasta
que hayamos colocado 6 láminas de pasta filo. Volcamos dentro la crema y vamos
llevando los bordes de la pasta filo hacia dentro, tapando la crema, cubrimos
con 2 láminas más y untamos de mantequilla.
Horneamos durante 30 minutos.
Servimos acompañado de canela
espolvoreada, miel o caramelo.
Receta obtenida de: http://recetasderechupete.hola.com/receta-de-galaktoboureko-o-pastel-de-leche-griego/731/
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