Las manzanas en sí no me gustan mucho, pero las tartas de manzana me parecen fabulosas y, si son finitas como ésta, me parecen una bendición. Lo mejor de esta receta es que puedes hacerla en cualquier momento porque son ingredientes que tenemos todos en la despensa y ¡estará lista en una hora!
Ingredientes:
Para la masa:
250 grs de harina
130 grs de mantequilla muy fría
½ cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar
60 ml de agua
Para la cobertura:
3 manzanas Golden
5 cucharadas de azúcar
50 grs de mantequilla
Zumo de medio limón
Primero prepararemos la masa:
ponemos en un bol la harina, la sal y el azúcar. Mezclamos.
Cortamos la mantequilla en
trocitos y ponemos en el bol de la harina rebozándolo con ésta y aplastándola a
la vez. Conseguiremos una especie de arena. Incorporamos el agua fría y
mezclamos procurando no amasar.
Colocamos en un papel film y
dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.
Pelamos las manzanas, quitamos el
centro y cortamos en gajos finos. Ponemos en un bol y echamos unas gotas de
zumo de limón para evitar que se oxiden. Mezclamos bien.
Pasado el tiempo de reposo de la
masa, estiramos la masa con un rodillo entre dos papeles vegetales y formamos
un rectángulo de 35 x 25 cm aproximadamente.
Precalentamos el horno a 170°.
Colocamos la masa sobre la placa
de horno, quitamos el papel de arriba. Colocamos en la superficie los gajos de
manzana en forma diagonal superponiéndolos entre sí.
Espolvoreamos con el azúcar y distribuimos
trocitos de la mantequilla por la superficie.
Horneamos durante 50 minutos. Sacamos
del horno y dejamos enfriar. Cortamos en cuadrados y servimos.
Receta obtenida de: www.cocinarencasa.net
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