Ya sé que llevamos hechas muchísimas tartas de queso, pero es que siempre quedan riquísimas y siempre se pueden combinar con un montón de sabores diferentes: con limón, con maracuyá, con galletas príncipe…, y hoy la hemos hecho con fresas, para terminar de apurar su temporada. ¡Y es perfecta para celebrar el día de la madre! ¡Felicidades a todas las madres!
Ingredientes:
150 grs de galletas de mantequilla
80 grs de mantequilla derretida
250 grs de ricota o requesón
100 grs de queso de untar
90 grs de azúcar
2 huevos
2 cucharadas de maicena
La ralladura de 1 limón
250 grs de fresas
Para la salsa:
250 grs de fresas
2 cucharadas de azúcar
Ralladura de 1 limón
1 cucharada de zumo de limón
Engrasamos un molde desmontable
de unos 20 cm de diámetro.
Trituramos las galletas y
colocamos sobre la base del molde. Vertemos por encima la mantequilla
derretida, mezclamos bien todo y nivelamos la mezcla. Refrigeramos.
Batimos con ayuda de la batidora
eléctrica los huevos con el azúcar hasta conseguir una crema espumosa.
Incorporamos poco a poco la ricota y el queso de untar y mezclamos a velocidad
baja. Añadimos la maicena y la ralladura de limón, mezclamos y vertemos sobre
la base del molde.
Lavamos y cortamos las fresas por
la mitad y colocamos por encima de la mezcla.
Precalentamos el horno a 180⁰.
Horneamos durante 50 minutos o
hasta que veamos que la tarta está cuajada. Sacamos del horno y dejamos enfriar
antes de refrigerar.
Ahora vamos a preparar la
salsa: colocamos en una cazuelita las fresas con el azúcar, la
ralladura y el zumo de limón. Ponemos a fuego lento hasta conseguir una
consistencia de almíbar (unos 15 minutos aproximadamente). Filtramos y dejamos
enfriar.
Servimos la tarta acompañada de la salsa.
Receta obtenida de: www.ilgattoghiotto.it
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