Estos días os voy a sugerir unas
recetas con calabaza, casi como monográfico. El motivo es porque, en el caso de
que celebréis Halloween, seguro que os vais a encontrar en casa con un montón
de pulpa de calabaza y no sabéis qué hacer con ella. Ahí van mis sugerencias.
Ingredientes:
Para la masa:
250 grs de harina
90 grs de mantequilla
1 cucharadita de nuez moscada
100 grs de queso rallado
1 yema de huevo
6 cucharadas de agua fría (aproximadamente)
Para el relleno:
1 cucharada de aceite de oliva suave
100 grs de bacon troceado
380 grs de calabaza cocida (unos 500 grs cruda)
1 cucharada de harina
150 ml de nata para cocinar
3 huevos
1 cucharada de albahaca picada
Pimienta molida
Un poco de nuez moscada para espolvorear
Preparación:
Precalentamos el horno a 200°.
Primero, vamos a hacer la masa.
Mezclamos la mantequilla con la harina hasta que esté todo bien integrado.
Añadimos la nuez moscada, el queso rallado, la yema de huevo y el agua fría
poco a poco, hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados. Formamos
una bola, la envolvemos en papel film y la metemos en la nevera unos 30
minutos.
Pasado el tiempo, engrasamos un
molde para quiche, extendemos la masa con un rodillo y la colocamos sobre el
molde. La pinchamos con un tenedor y metemos en el horno a 200° unos 15
minutos. Sacamos y dejamos enfriar.
Mientras se enfría, vamos a hacer
el relleno. Freímos el bacon y dejamos escurrir sobre papel de cocina. En un
bol batimos los huevos, echamos la calabaza troceada, la cucharada de harina,
la nata, la albahaca, la pimienta y un poco de sal. Añadimos el bacon y movemos
bien. Echamos todo sobre la masa y espolvoreamos con un poco de nuez moscada.
Metemos en el horno a 180° unos 40 minutos. ¡Y ya tenemos
nuestro pastel salado de calabaza!
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