Estos dulces me recuerdan al
pueblo castellano donde tuvimos una casa cuando éramos pequeños. Recuerdo que
se comían en Semana Santa principalmente, aunque también se hacían en otras
épocas. Hay que tener un molde especial para hacerlos, pero es fácil de encontrar.
Solo hay que coger un poco el tranquillo y van solos.
Ingredientes:
500 ml de leche
4 huevos
Una pizca de sal
Un chorrito de anís dulce
350 grs de harina de repostería
Molde especial para hacer los florones
Azúcar para rebozar
Preparación:
En un bol batimos los huevos.
Añadimos la leche, el anís y la sal. Agregamos poco a poco la harina y
mezclamos todo bien. Dejamos reposar esta mezcla unos 30 minutos. Removemos un
poco pasado el tiempo y ya está lista.
A continuación, ponemos una sartén no muy grande
al fuego con mucho aceite. Cuando veamos que está muy caliente, ponemos nuestro
molde de flor dentro, esperamos que se caliente (este paso es fundamental para
que se adhiera bien la masa al molde). Una vez que el molde esté caliente,
metemos en el bol de la masa, sólo hasta la mitad, inmediatamente después
ponemos en la sartén para que se tueste nuestra flor. Veremos cómo la masa se
despega del molde. Damos la vuelta a la flor para que se haga por el otro lado
y sacamos a un plato en el que habremos puesto papel absorbente. De ahí,
estando todavía caliente, rebozamos en azúcar.
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