Es el sabor de otoño saliendo del olor del horno. Además, he encontrado este molde tan otoñal que me parece definitivo para este bizcocho. La nuez moscada y el jengibre me parece una mezcla maravillosa. Este bizcocho es ideal para tomar en el desayuno con un buen tazón de café con leche.
214 grs de harina
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de canela molida
½ cucharadita de jengibre molido
½ cucharadita de nuez moscada molida
½ cucharadita de sal
225 grs de azúcar
100 grs de azúcar moreno
150 ml de aceite de oliva suave
260 grs de puré de calabaza
2 huevos
100 ml de leche
1 cucharadita de vainilla
65 grs de nueces picadas
40 grs de pasas (opcional)
Preparación:
Precalentamos el horno a 180⁰. Engrasamos
el molde y reservamos.
Combinamos en un bol la harina,
el bicarbonato, las especias y la sal.
Batimos el aceite, los dos tipos
de azúcar y el puré de calabaza. Incorporamos los huevos de uno en uno y
añadimos la mezcla de harina alternando con la leche y la vainilla. Mezclamos. Incorporamos las nueces picadas.
Vertemos la mezcla en el molde,
llenando solo ¾ partes de su capacidad. Añadimos las pasas por encima y con una
espátula pequeña, removemos lentamente las pasas en la masa hasta que se
incorporen uniformemente. Golpeamos suavemente el molde sobre la encimera para
eliminar las burbujas de aire,
Horneamos durante 55 minutos o hasta
que al insertar un palillo, éste salga limpio. Desmoldamos cuando el bizcocho
esté casi frío.
Dejamos reposar sobre una
rejilla.
Receta obtenida de: www.nordicware.com
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