¿No es
maravilloso levantarse y desayunar un dulce hecho por uno mismo? A mí me lo
parece. Además así cumplo con otro ritual: el de dejar de comer bollería
industrial. Un bollo que dura blando semanas no puede ser sano.
Para esta receta
lo mejor es comprar claras de huevo pasteurizadas o, si utilizamos huevos
enteros separando las claras, hacer un tocino de cielo de postre, para no
desperdiciar las yemas.
Ingredientes:
9 claras de huevo
400 grs de azúcar
375 grs de harina de trigo normal
375 grs de nata para montar
Un chorrito de anís dulce
Azúcar para espolvorear
Preparación:
Precalentamos el horno a 200° con calor arriba y abajo. Así
estará preparado a la temperatura ideal cuando hayamos terminado de preparar la
mezcla.
Montamos la nata y reservamos.
A continuación, batimos las
claras a punto de nieve. Cuando estén a medio montar añadimos el azúcar poco a
poco y el anís dulce. Seguimos batiendo hasta que estén bien firmes.
Añadimos a la mezcla anterior la
harina tamizada. Lo mezclamos poco a poco con movimientos envolventes y
ayudados con una cuchara de madera.
Engrasamos el molde y vertemos la
mezcla. La espolvoreamos con azúcar para que al hornear se forme la costra.
Ponemos el horno a modo calor
sólo abajo y horneamos a 180° en el nivel 3 durante 10 minutos y 40 minutos más
con calor arriba-abajo.
Dejamos en el molde unos 5 minutos y desmoldamos.
Receta obtenida de: www.unodedos.com
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