Recuerdo que este pastel se puso
de moda entre las amigas de mi madre y fue una receta que se pasaron unas a
otras durante un tiempo, así que en casi todos los cumpleaños de mis amigos
comíamos pastel de piña. Es facilísimo de hacer y es mejor prepararlo la
víspera para que se asiente bien. Además es ideal para este tiempo porque es
fresquita y, sobre todo, ¡no hay que encender el horno!
Ingredientes:
1 lata de piña en su jugo de 822 grs (de las grandes)
24 bizcochos de soletilla
¼ nata montada
Preparación:
Forramos un molde rectangular (el
que yo he utilizado es de 20 x 25 ) con papel de aluminio. De la lata de piña he
separado un vasito pequeño del jugo. El resto de la piña junto con el jugo
restante lo batimos y reservamos.
Ponemos una capa de bizcochos de
soletilla. Con una brochita pintamos los bizcochos con el jugo de piña que
habíamos reservado. Colocamos encima una capa de la piña batida, a continuación
una de nata y así sucesivamente hasta terminar con los bizcochos de soletilla.
Tapamos con papel de aluminio y metemos en la nevera. Ponemos sobre el molde un
peso para que se asiente bien la tarta. Y dejamos unas horas en la nevera antes
de desmoldar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario