Como ya sabéis, me encanta
mezclar los sabores salados y dulces. Esta receta no tiene más secreto que la
maceración de la carne. SI
queréis que coja bien el adobo lo mejor es dejarlo toda la noche. Yo he utilizado
solomillo de cerdo porque la carne es más tierna, pero podéis utilizar
cualquier tipo de carne.
Ingredientes:
2 Solomillos de cerdo en trozos medianos
2 cucharadas de miel
1 cucharadita de jengibre
½ cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de comino
1 cucharada de salsa de soja
1 diente de ajo muy picadito
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
Mezclamos la salsa de soja con la
miel, el jengibre, el ajo, el comino y la nuez moscada. Ponemos en un
recipiente de cristal los trozos del solomillo y añadimos esta mezcla para dejarlo
en maceración por lo menos una hora, para que coja bien los sabores.
Pasado este tiempo, escurrimos la
carne y la doramos en una sartén.
En esta ocasión he puesto como
guarnición una macedonia de verduras aunque podréis acompañarla con la
guarnición que más os guste.
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