Antes de que se acabe la
temporada de las cerezas, quería proponeros esta receta. La he preparado con
pechugas porque quedan más jugosas, pero, si queréis, podéis hacerla con
filetes de pechuga. El sabor dulce de las cerezas le da un punto interesante a
la carne de pollo. Buenísimas. Y ya habéis vuelto a utilizar el descorazonador
de cerezas: os advertí de que lo usaríais más de una vez.
Ingredientes:
150 grs de cerezas deshuesadas
100 grs de bacon en trocitos
Lechuga como guarnición
Para el adobo:
5 cucharadas de salsa de soja
El zumo de 1 limón y su ralladura
Un chorrito de aceite de oliva
Sal y pimienta
Para la salsa de cerezas:
1 yogur griego no azucarado
150 ml de nata líquida
El zumo de 1 limón mediano
1 cucharada de queso rallado en polvo
6 nueces peladas
6 cerezas deshuesadas
Sal
Preparación:
Ponemos en un bol los
ingredientes del adobo, lo mezclamos bien e introducimos las pechugas. Las dejamos
en el adobo un mínimo de 2 horas para que cojan bien el sabor.
Una vez transcurrido el tiempo,
escurrimos bien del adobo y en una sartén sin aceite vamos friendo las pechugas
a fuego medio primero y después bajamos el fuego para que se hagan bien por
dentro –de lo contrario, al ser las pechugas enteras, son más gorditas y
podrían quedar crudas. Reservamos.
En la misma sartén en la que
hemos frito las pechugas doramos el bacon y reservamos.
Ahora es el momento de hacer la
salsa. En una batidora colocamos todos los ingredientes y batimos bien.
Reservamos.
Por último, vamos a montar plato: colocamos las
pechugas, el bacon por encima y las cerezas de adorno. Ponemos en un lado del
plato un poquito de lechuga, y añadimos por encima la salsa de cerezas.
lo he preparado y está buenísimo
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