Este es uno de esos platos que
quedan preciosos de color y, por supuesto, también de sabor. Hoy vamos a
ponerlo decorado con corazones para festejar san Valentín. Es una receta
sencilla, solo tenéis que tener cuidado de coger bien el punto al arroz. Ah y si
tenéis invitados, no echéis el arroz hasta que hayan llegado –podéis
entretenerlos con un aperitivo porque serán como mucho 20 minutos de cocción.
Ingredientes:
2 paquetes de remolacha cocida
(de 450 grs cada paquete, suelen entrar 3 grandes en cada uno)
1 cucharada de salsa balsámica de
frutas del bosque de la marca Doña Pepa (es la que he encontrado aunque os
valdrá cualquiera)
1 cebolla pequeña
250 grs de arroz Bomba
150 ml de vino blanco
750 ml de caldo de pollo
100 grs de queso rallado
30 grs de mantequilla
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Preparación:
En primer lugar, ponemos cuatro
de las remolachas en una jarra, añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva,
salpimentamos y trituramos bien todo con la batidora. Reservamos.
Ponemos el caldo de pollo a
calentar a fuego lento.
En una cazuela, ponemos unas 3
cucharadas de aceite, añadimos la cebolla pelada y cortada muy finita. Lo
rehogamos bien, salpimentamos y añadimos el arroz. Removemos bien para que se
integre todo y vamos añadiendo poco a poco el caldo que estábamos calentando.
Según se vaya consumiendo el caldo, iremos añadiendo más, así hasta que
terminemos con todo el caldo.
El arroz estará listo pasado unos
15 a 20 minutos aproximadamente. Así que cuando veamos que está casi a punto añadiremos
el puré de remolacha que teníamos reservado. Removemos bien. Comprobaremos que
el risotto adquiere un color precioso. Retiramos del fuego y añadimos el queso
rallado y la mantequilla. Removemos todo bien y servimos inmediatamente.
Lo adornamos con la remolacha
restante cortada en forma de corazón. Y si queréis podéis poner un poco de nata
alrededor de los corazones de remolacha, para que éstos resalten más sobre el
risotto.
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