Hoy tenía la tarde libre y me
apetecía relajarme cocinando. Y lo mejor para cuando quiero pasar una tarde
para mí, sin pensar mucho, pero con mi perfeccionismo habitual, es hacer
galletas. Las que os ofrezco hoy tienen un toque cítrico que va perfecto si os
apetece tomarlas con té, como es mi caso, té con una nube de leche.
Ingredientes:
200 grs de harina
¼ cucharadita de levadura química
Una pizca de bicarbonato sódico
¼ cucharadita de sal
115 grs de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1 huevo
100 grs de azúcar blanco
100 grs de azúcar moreno
1 cucharada de zumo de limón
Ralladura de limón
Ralladura de naranja
Azúcar glasé
Preparación:
Tamizamos juntos la harina con la
levadura, el bicarbonato y la sal. En otro recipiente más grande, batimos con
la batidora de varillas la mantequilla con los dos tipos de azúcar. Añadimos el
huevo, el zumo de limón y la ralladura tanto del limón como de la naranja.
Batimos un poco más. Incorporamos la mezcla de ingredientes secos y batimos a
baja velocidad hasta conseguir una masa homogénea. Tapamos y dejamos enfriar en
la nevera entre 30 y 60 minutos.
Precalentamos el horno a 180°.
Ponemos en un plato un poco de
azúcar glasé tamizado. Tomamos pequeñas porciones de masa, más o menos todas
del mismo tamaño y formamos bolitas. Rebozamos bien cada bolita en azúcar glasé
y distribuimos en la bandeja del horno, en la que habremos colocado una lámina
de papel vegetal, manteniendo una buena separación entre cada bolita para
evitar que se peguen entre ellas.
Horneamos durante 10-12 minutos. Sacamos del horno y
enfriamos en una rejilla.
Conservamos en un recipiente hermético.
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