Hace unos días os proponía una
receta de pannacotta sencilla. Hoy os animo a que hagáis esta con mandarina. La
receta lleva agar agar, un tipo de gelatina de origen marino, así que hay que
tener en cuenta el tiempo de refrigeración para que cuaje. Este postre queda
precioso en vasitos de cristal para apreciar los dos colores: el de la
pannacotta y el del jarabe de mandarina. Gozoso.
Ingredientes:
200 ml de leche entera
100 ml de nata de montar
8 mandarinas
3 cucharadas soperas de azúcar
2 grs de agar agar
2 cucharadas soperas de miel
Preparación:
En una cacerola, vertemos la
leche, la nata, el azúcar y el zumo de 4 de las mandarinas en el que habremos
disuelto el agar agar. Calentamos bien, sin parar de mover, a fuego lento y
cuando empiece a hervir dejamos 2 minutos más y retiramos.
Vertemos en los moldes y metemos en la nevera un mínimo de 4
horas.
Aparte vamos a hacer una especie
de almíbar o jarabe de mandarina: rallamos la piel de tres mandarinas, las exprimimos y ponemos en una
cazuelita el zumo, la ralladura y la miel. Ponemos a fuego lento unos 20
minutos. Dejamos enfriar.
Cuando haya pasado el tiempo y
nuestra pannacotta esté espesa, vertemos por encima un poco del jarabe de la
mandarina y ponemos por encima unos gajos de la mandarina que nos quedaba.
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