La charlota es un postre que
proviene de Francia y se caracteriza porque suele ser un postre alto con
“paredes” –normalmente de bizcocho genovés o de bizcochos de soletilla– que
sirven para contener el relleno. En este caso he utilizado como “paredes” unas
galletas a las que tengo muchísimo cariño porque me recuerdan mis viajes por
Francia, aunque las he comprado en España, que también se encuentran. El cuerpo
de la charlota va a ser una especie de mousse.
Ingredientes (para 4 personas):
1 caja de barquitas de frambuesa
200 grs de queso de untar
1 clara de huevo
200 grs de frambuesas
3 hojas de gelatina
1 pizca de cardamomo en polvo
80 grs de azúcar
1 pizca de sal
Nata montada para adornar
Preparación:
Ponemos las hojas de gelatina en
agua fría para que se hidraten.
Pasamos por la batidora las
frambuesas y ponemos a cocer a fuego lento, añadiendo las hojas de gelatina
escurridas. Retiramos del fuego y mezclamos todo bien hasta que veamos que la
gelatina está bien disuelta. Dejamos enfriar.
Aparte mezclamos en un bol el
queso, el azúcar y el cardamomo.Batimos a punto de nieve la clara de huevo con
la pizca de sal.
Cuando se haya enfriado el puré
de frambuesas lo mezclamos con la mezcla de queso y removemos hasta obtener una
crema homogénea. Añadimos con cuidado la clara de huevo.
A continuación, forramos por
dentro con papel film los moldes y colocamos las barquitas de frambuesa con la
mermelada por fuera alrededor del molde. Echamos mezcla hasta el borde del
molde (yo he usado vasos). Metemos en la nevera un mínimo de 6 horas para que
espesen.
Gracias al papel film podremos
desmoldarlo cómodamente. Lo podemos servir acompañado de nata montada.
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