Solo el olor de las especias te despertará el apetito. Es un fantástico plato único y, si no ponéis mucha pimienta, un plato facilísimo para los niños porque es completo y les encantan las patatas. También podéis elegir otro tipo de carne picada, como de cerdo, de mezcla de cerdo y ternera, de cordero e, incluso, de pollo y quedarán perfectas.
Ingredientes:
10 patatas medianas
Aceite de oliva
1 cebolla grande finamente picada
300 grs de carne picada
1 cucharadita de pimienta de Jamaica
Sal
½ cucharadita de canela
¼ cucharadita de cardamomo
2 tomates medianos cortados en rodajas
Para la salsa:
1 kg de tomates rojos
2 tazas de agua
Una cucharadita de azúcar
Una cucharadita de sal
Preparación:
Lavamos las patatas y las pelamos.
Con ayuda de un descorazonador
vaciamos el interior de las patatas sin llegar al fondo. Metemos las patatas en
un bol con agua para evitar que se oxiden y reservamos.
Mientras, vamos a preparar el relleno: ponemos a calentar el
aceite en una sartén y rehogamos la cebolla. Una vez cocinada, sacamos y
dejamos enfriar.
Ponemos en un bol la carne
picada, la sal, la pimienta de Jamaica, la canela y el cardamomo. Agregamos la
cebolla fría y mezclamos bien todo.
Escurrimos las patatas y ponemos
en los huecos el relleno.
Freímos las patatas dándoles la
vuelta hasta que estén doradas por todas partes.
Retiramos del fuego y colocamos
en un plato sobre papel de cocina.
Precalentamos el horno a 200°.
Preparamos la salsa de tomate: licuamos los
tomates con el agua hasta conseguir un puré suave. Incorporamos el azúcar y la
sal y mezclamos.
Ponemos en la base de la fuente
las rodajas de tomate, colocamos encima las patatas y vertemos la salsa de
tomate.
Cubrimos con papel vegetal y éste
con papel de aluminio. Horneamos durante 50 minutos o hasta que veamos que las
patatas están tiernas.