Ayer vi en el mercado membrillos,
y no pude resistir la tentación de comprarlos para hacer dulce. Es una fruta
caprichosa que exige su tiempo para prepararla porque, como todos sabemos, es
imposible comerla cruda. Hoy os propongo esta receta que nos va a servir para distintos
platos ya que, una vez preparado el membrillo, puede durar muchísimo en la
nevera.
Ingredientes:
1,250 grs de membrillos maduros (amarillos)
800 grs de azúcar
1 limón
Preparación:
Lavamos bien los membrillos, los
cortamos por la mitad, les quitamos las semillas y los cortamos en trozos.
En una cazuela, colocamos los
trozos de membrillo, añadimos dos vasos de agua y el zumo del limón. Ponemos a
fuego medio durante unos 20 minutos aproximadamente, hasta que veamos que los
trozos están ya un poco blandos. Escurrimos bien, batimos y pasamos por un
pasapurés. Añadimos el azúcar y ponemos a fuego lento durante una hora y cuarto
aproximadamente, removiendo con una cuchara de madera sin parar.
Una vez templadito, colocamos en
un recipiente forrado con papel film y dejamos que se enfríe. Al enfriarse su
textura cambia y se endurece.
Desmoldar. Podemos tomarlo como postre o
merienda, simplemente acompañado de queso. Está rico con todo tipo de queso,
desde los más blandos a los más curados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario