Hoy os traigo una receta que combina la elegancia de un dulce clásico con un toque de color y sabor irresistible: unas galletas de mantequilla bañadas en una cobertura con agua de rosas y decorados con pistachos. El resultado es un postre perfecto para cualquier celebración o simplemente para darte un capricho.
Ingredientes:
Para la masa.
250 grs de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
100 grs de azúcar glas
1 cucharadita de cardamomo molido
Una pizca de sal
450 grs de harina
Para el glaseado.
85 grs de azúcar glas
1 cucharada de agua de rosas
1 cucharadita de agua fría
Colorante rosa
Pistachos picados
Preparación:
Engrasamos un molde cuadrado de 20 cm. Forramos con papel de
horno, dejando que sobresalga por los lados para poder desmoldar más
fácilmente.
Batimos la mantequilla con el azúcar, el cardamomo molido y
la sal hasta conseguir una mezcla esponjosa. Incorporamos la harina y
mezclamos.
Vertemos la mezcla al molde y presionamos para compactarla.
Cortamos en 12 rectángulos, con cuidado de no cortar el papel. Pinchamos las
galletas con ayuda de un tenedor y refrigeramos durante 20 minutos.
Precalentamos el horno a 180⁰.
Horneamos las galletas durante 25 minutos. Retiramos del
horno y volvemos a pasar el cuchillo por los cortes. Horneamos 15 minutos más.
Retiramos del horno y volvemos a pasar el cuchillo. Dejamos
enfriar en el molde.
Ahora vamos a preparar el glaseado.
Mezclamos el azúcar glas con el agua de rosas y el agua fría.
Añadimos un poco de colorante rosa.
Mojamos en el glaseado un poco de la galleta y espolvoreamos
con pistachos picados. Dejamos reposar para que se endurezca el glaseado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario